Introducción
El tīng lì 聽力 se refiere, en el ámbito de las artes marciales chinas, a un tipo de habilidad relacionada con la percepción de los movimientos del oponente por vía táctil, sin depender del sentido de la vista. Todos los estilos de Kung Fu, con mayor o menor énfasis, hacen algún uso de ella.
Algunos estilos tienen sistemas propios de entrenamiento del tīng lì, siendo quizá los más conocidos el chi sau 黐手 del Wing Chun 詠春 o el tuī shǒu 推手 del Tàijíquán 太極拳. Sin embargo, que un sistema no tenga un método específico de entrenamiento del tīng lì no significa que no haga uso de él.
Nuestros alumnos de Tàijíquán 太極拳 practicando tuī shǒu 推手.
Qué es el tīng lì
Tīng lì 聽力 o tīng jìn 聽勁 significa, literalmente, la "fuerza de escucha", aunque esta traducción literal no es la más indicada.
Jìn hace referencia a un tipo de habilidad específica adquirida mediante el entrenamiento y, aunque lì generalmente tiene otras connotaciones, en este caso concreto ambos términos se usan de forma intercambiable, si bien quizá algunos sistemas prefieran el uso de uno de ellos sobre el otro.
Por otra parte, tīng, escuchar u oír, no se refiere en este caso a la capacidad auditiva, sino a la capacidad de percepción del movimiento o energía, principalmente mediante el tacto. Nótese que aquí, cuando hablamos de energía, no nos estamos refiriendo a una energía vital o qì 氣, ni a ningún tipo de concepto esotérico, sino a la energía cinética de un objeto en movimiento, en este caso el cuerpo del oponente. Tīng lì no es, por tanto, una habilidad arcana cultivada por medios esotéricos, sino algo bien real y palpable.
Siempre que hay contacto, se está haciendo uso del tīng lì 聽力.
La importancia del tīng lì en las artes marciales chinas
Esta habilidad de percepción es inmensamente útil en cualquier arte marcial. En cualquier confrontación, el sentido de la vista sólo predomina en el momento en que ambos oponentes se encuentran separados; en el momento del contacto, la vista pasa a un segundo plano, y el tacto pasa a ser el sentido de mayor importancia. Y es que la velocidad a la que nuestro cerebro recibe señales por medio del tacto es mucho mayor a la velocidad con que percibe las señales visuales.
Además, en una confrontación, no siempre podremos depender de la visión. Puede ser de noche y estar oscuro, o podemos tener la visión empañada por sudor o sangre. En todo caso, en el momento en que dos cuerpos se enzarzan en combate, el tacto es crucial.
Mediante el entrenamiento del tacto podemos percibir correctamente el movimiento o la fuerza del oponente, y podemos relacionarnos con ella mediante una actitud de no-oposición.
Esto se relaciona también con la habilidad de dǒng jìn 懂勁, la habilidad de "entender" aquello que percibimos.
Mediante la adquisición de estas habilidades, podemos hacer uso de la fuerza o el movimiento del oponente a nuestro favor, de forma que maximizamos nuestra propia eficiencia, puesto que no luchamos contra la fuerza del oponente sino que nos adaptamos a ella y, por tanto, nuestro consumo energético y esfuerzo son mínimos.
Los campos de aplicación del tīng lì son tan amplios que abarcan todo el arte marcial, desde el golpeo y bloqueo hasta los derribos y proyecciones, o las técnicas de qínná 擒拿 (control articular). Es más, esta habilidad es esencial en muchos de estos ámbitos, siendo imposible alcanzar un gran nivel en ellos sin haberla desarrollado.
Pero, además, el tīng lì se aplica también en un campo en el que no hay, necesariamente, un contacto “real” con el oponente: la lucha con armas. Y es que, en el Kung Fu, las armas se convierten en una extensión del cuerpo del practicante, y el sentido del “tacto” se extiende al arma, logrando ser capaces de percibir el movimiento del arma del oponente a través de la nuestra.
Estudiantes de nuestra escuela practicando ejercicios de percepción con espada.
Ya hemos nombrado el Wing Chun y el Tàijíquán como estilos que disponen de ejercicios específicos para desarrollar el tīng lì, pero otras muchas artes marciales aprovechan esta habilidad con gran efectividad. No sólo los estilos llamados “internos”, como el Bāguàzhǎng 八卦掌 y el Xíngyìquán 形意拳, o el Aikido y el Judo entre las artes marciales japonesas, sino también otros estilos de Kung Fu considerados más duros, como el Hung Ga Kyun 洪家拳 o el Choy Li Fut 蔡李佛, hacen uso de esta habilidad a la hora de aplicar sus técnicas en el cuerpo a cuerpo.
En estos últimos casos, el tīng lì debe desarrollarse de manera implícita durante cada ejercicio en que hay un contacto con un oponente (el entrenamiento del tīng lì, ya sea explícito o implícito, requiere siempre de un compañero de entrenamiento; no se trata de una habilidad que se pueda desarrollar individualmente).
Conclusión
Resumiendo, el tīng lì es la "capacidad de percepción del movimiento del oponente mediante el tacto".
Esta habilidad es de suma importancia en la aplicación de cualquier arte marcial de manera efectiva y eficiente, y debe acompañarse de otras habilidades relacionadas, como el dǒng lì.
Algunos sistemas lo desarrollan de manera específica mediante ejercicios diseñados a tal efecto, mientras que otros lo hacen de manera implícita pero, en definitiva, cualquier estilo de Kungfu debe cultivar y prestar atención a su desarrollo.