Introducción
El consumo de opio en China tiene una larga historia. Habiéndose conocido desde la antigüedad como medicina, su uso fue evolucionando hasta desarrollarse una cultura de fumar característicamente china, única en todo el globo.
En la mentalidad popular, la droga fue introducida en China por los británicos para debilitar a la nación y someterla. La historia oficial ha demonizado esta sustancia para ensalzar el nacionalismo chino y la lucha contra el imperialismo occidental, y ha culpado a las clases bajas chinas de haber extendido su consumo, corrompiendo a los funcionarios de gobierno e incluso a la corte imperial.
Pero, como muchos historiadores han demostrado, la verdadera historia del opio no sólo es diferente sino también mucho más compleja. Esta historia muestra el opio como un producto que se inició como un bien de lujo consumido por las clases altas, y que fue permeando, a través de diversas etapas, hasta las clases más pobres del país, con formas de consumo y efectos muy diferentes entre unas y otras.
Primeros usos: El opio como medicina
El opio entró por primera vez a China en tiempos de la dinastía Táng 唐, y lo hizo como un producto medicinal, a través de los caminos terrestres que conformaban la Ruta de la Seda. Sus usos se extendían desde el tratamiento de la diarrea y la disentería hasta el alivio de la tos y el asma.
También se tiene constancia de su cultivo en China a través de menciones en textos literarios y poéticos de las dinastías Táng y Sòng 宋, que se refieren a la flor de la amapola con el nombre de mǐnáng 米囊. Se consumía en forma de decocción y su preparación no revestía complejidad.
Pintura de amapolas (mǐnáng 米囊).
Durante toda la era imperial, el opio fue un componente clave de la cultura médica china, prescrito por médicos para tratar a sus pacientes o consumido como forma de automedicación. Además de sus propiedades medicinales, también se conocía su toxicidad, que se derivaba de un uso excesivo. Su uso se extendía también a la práctica alquímica taoísta (liàndānshù 煉丹術), donde era un componente de los elixires de la inmortalidad o “elixires dorados” (jīndān 金丹).
Cambios en el consumo de opio durante la dinastía Míng
Durante Míng 明 (1368-1644), se producen varios cambios importantes en la forma de consumir el opio. Primero, destaca su uso para mejorar las artes amatorias; segundo, el opio se establece como un producto de lujo al alcance sólo de unos pocos, y tercero, se prepara el camino para la transición al consumo fumado —hacia finales de la dinastía— tras la introducción del tabaco procedente del continente americano.
1) El opio como afrodisíaco
El opio comenzó a adquirir importancia como una especie de afrodisíaco. Debemos matizar aquí este concepto, ya que la sustancia no estimula o potencia el deseo sexual y, por lo tanto, no es un afrodisíaco propiamente dicho. Tratándose de un sedante, se utilizaba para retrasar la eyaculación, extendiendo el acto sexual y prolongando así el placer.
Aunque este uso ya se conocía con anterioridad, fue durante este período cuando floreció de manera notable, comenzando a crear una tendencia, y llegando a conocerse el opio como “medicina para la alcoba” (fángyào 房藥). A tal efecto se consumía en polvo, bolitas o en forma de jarabe y mezclado con comida o bebida.
A finales del siglo XVI, ya aparece en fórmulas para mejorar las artes de alcoba y retener la “esencia masculina”. Por ello, formaba parte de la alquimia sexual taoísta y se asociaba con la longevidad.
La alquimia sexual taoísta
La alquimia sexual o arte de la alcoba (fángzhōngshù 房中術) es un arte practicado por taoístas desde al menos la dinastía Hàn 漢 (202 a.C.-220 d.C.). Estas prácticas estaban basadas en la creencia de que el cuerpo humano posee una cantidad limitada de jīng 精 ancestral (también llamado congénito o prenatal, xiāntiān zhī jīng 先天之精), un tipo de energía que utiliza y consume para crear fluidos corporales como sangre o esperma. Una vez este jīng es consumido en su totalidad, el cuerpo muere.
En base a esta creencia, el hombre estaría perdiendo durante el sexo, a través de la eyaculación, parte de este jīng tan precioso. Por tanto, los hombres que seguían estas prácticas utilizaban diferentes medios para retener el esperma y, a su vez, absorber la “esencia” de su compañera femenina, con la finalidad de alcanzar la longevidad. He aquí el papel del opio en este ámbito esotérico.
2) El opio como producto de lujo
Durante los viajes de exploración del almirante Zhèng Hé 鄭和, posiblemente el mayor explorador naval de la historia de China, tenemos constancia del opio como tributo presentado por los países extranjeros a la corte Míng, lo que sirve de prueba del valor que éste tenía. A mediados de la dinastía, se dice que su precio era equiparable al del oro.
Los viajes del almirante Zhèng Hé 鄭和.
Debido a su alto valor, su consumo estaba limitado a las élites gobernantes, las únicas que podían permitírselo. Sabemos que el emperador Chénghuà 成化 (Míng Xiànzōng 明憲宗) tenía obsesión por los afrodisíacos, aunque no está claro que el opio estuviera entre ellos. Sin embargo, en los huesos del emperador Wànlì 萬曆 (Míng Shénzōng 明神宗), se han encontrado grandes cantidades de morfina, que apuntan a un consumo habitual, quizás adictivo, de la droga.
A finales del siglo XVI, encontramos el opio entre una serie de sustancias aromáticas o fragancias (xiāng 香), considerados bienes de lujo, que a menudo eran ofrecidos por estados vasallos para agasajar a la corte imperial. Sus usos eran variados: algunos eran ungüentos de belleza, otros servían para usos rituales, y otros se usaban para ambientar o aromatizar estancias, condimentar comidas, controlar plagas o hacer medicinas, incluyendo pociones afrodisíacas.
Por esta misma época, los miembros de la élite cultivaban la amapola en sus jardines, algunos por simple devoción estética y otros por sus propiedades medicinales.
El emperador Wànlì 萬曆.
Así fue como la familia imperial, los eunucos de la corte y la élite gobernante redefinieron el papel del opio en la sociedad china, contribuyendo a su posicionamiento como un producto de lujo y como un componente de las prácticas de alcoba.
3) La costumbre de fumar tabaco
El otro hito importante en la historia del opio durante el período Míng fue la introducción del tabaco y de la práctica de fumar tras el descubrimiento de las Américas por las potencias europeas.
Se cree que la introducción del tabaco fumado se produjo, como tarde, entre los años 1573 y 1627, aunque pudo ser incluso varias décadas anterior. El consumo del tabaco se propagó rápidamente, y a mediados del siglo XVII ya estaba muy extendido.
Enseguida se adoptó su cultivo, lo que provocó una reducción del precio y continuó impulsando su propagación. Sólo cien años después de su introducción, su consumo se había naturalizado, facilitando así la futura transición al opio fumado.
Es importante destacar que la cultura china de fumar tabaco se desarrolló en base a modelos de consumo ya existentes, en especial, en base a la cultura del té. Igual que el té era un medio de recreación y relajación popular, así interpretaron los chinos el tabaco; su precio era también similar. Restaurantes, casas de té y otros establecimientos colocaban mesas en la calle con pipas para fumar tabaco y un cuenco de agua; los clientes se sentaban, conversaban mientras fumaban la pipa, y luego se enjuagaban la boca con agua y se marchaban.
Todos estos cambios aparecen más o menos simultáneamente y de manera solapada, cristalizando a finales del período Míng.
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Fuentes:
Narcotic Culture: A History of Drugs in China, Frank Dikötter, Lars Peter Laamann y Zhou Xun. The University of Chicago Press, 2004.
The Social Life of Opium in China, Zheng Yangwen. Cambridge University Press, 2012
El Crepúsculo Imperial: La guerra del Opio y el fin de la última edad de oro china, Stephen R. Platt. Ático de los Libros, 2024
Historia de China, Patricia Buckley Ebrey. La Esfera de los Libros, 2009.