Wǔ Zétiān 武則天 (625-705) es la única mujer de la historia china que ha ocupado el trono imperial. Aunque otras mujeres, algunas tremendamente influyentes, como Cíxǐ 慈禧, ostentaron el cargo de regente como emperatices viudas (皇太后 húangtàihòu)*, ninguna de ellas llegó a ocupar verdaderamente el trono del Hijo del Cielo (天子 Tiānzǐ).
Proveniente de una familia de aristócratas de la provincia de Shānxī 山西, entró a formar parte del harén imperial cuando contaba catorce años, bajo el mandato del emperador Tàizōng 太宗 de la dinastía Táng 唐朝, como concubina de bajo rango.
Emperador Tàizōng 太宗.
No está claro cuál fue la suerte de la joven cuando, en 649, murió el emperador Tàizōng. Los historiadores de esa época nos dicen que fue enviada a un convento budista hasta que el nuevo emperador, Gāozōng 高宗, quedó prendado de su belleza y la reclamó como concubina, pero esta versión es puesta en duda actualmente. Es posible que en esa época, Wǔ Zétiān tuviera ya una relación íntima con Gāozōng, y que esto facilitara su incorporación al harén del nuevo soberano. Lo cierto es que fue concubina de ambos emperadores, padre e hijo, y este hecho ya provocó las críticas de sus contemporáneos (así como de historiadores futuros), por ir en contra de la moral confuciana.
Wǔ Zétiān fue ganando terreno en la corte, convirtiéndose en la favorita del emperador, hasta que en 654 dio a luz a una niña que fue asesinada. La concubina imperial acusó a la emperatriz Wáng Huánghòu 王皇后 del asesinato y, tras hacerla caer en desgracia, fue nombrada ella misma emperatriz consorte. Algunas fuentes de la época aseguran que fue ella misma la que mató a su hija, para utilizar la muerte del bebé para desbancar a la emperatriz Wáng, a la que supuestamente torturó hasta la muerte. No obstante, es probable que esta versión se basase en rumores extendidos por sus enemigos políticos. Es posible que la emperatriz Wáng, que no tenía hijos propios, matara realmente a la hija de Wǔ (que anteriormente había tenido otros dos niños) debido a los celos. Sea como fuere, Wǔ Zétiān era sin duda una mujer de gran ambición y sed de poder, y consiguió maniobrar en contra de Wáng para hacerse con su puesto.
En 656, Wǔ consiguió que el emperador nombrara a su primer hijo con ella, Lǐ Hóng 李弘, como heredero al trono, por encima de otros de sus hijos anteriores que había tenido con otra consorte. Pocos años más tarde, en 660, el emperador Gāozōng enfermó y la emperatriz Wǔ se convirtió en la gobernante de facto. Desde esta posición, comenzó un proceso de eliminación de sus enemigos políticos en la corte, sustituyéndolos en sus cargos por funcionarios leales a ella. Sus enemigos la acusan de innumerables crímenes, incluso de haber estado envenenando al emperador, pero parece cierto que fue una gobernante más capaz que el propio Gāozōng.
Durante los siguientes años, Wǔ ganó un tremendo poder en la corte, a menudo apareciendo con el propio emperador e incluso atendiendo la corte ella misma cuando éste se encontraba indispuesto, y en todo caso tomando las decisiones más importantes.
Wǔ Zétiān 武則天
En 675, la relación entre la emperatriz consorte y su hijo el príncipe heredero se habían deteriorado. Ese año, el príncipe Lǐ Hóng murió repentinamente. De nuevo, los historiadores acusan a Wǔ Zétiān de haber envenenado a su hijo.
El segundo hijo de Wǔ, Lǐ Xián 李賢, sustituyó al primero como heredero al trono. Pero éste también terminó en desgracia, acusado de traición y exiliado, y nuevamente reemplazado por otro de sus hermanos, Lǐ Xiǎn 李顯 o Lǐ Zhé 李哲.
En 683 murió el emperador Gāozōng, y el príncipe Lǐ Zhé le sucedió como emperador con el nombre de Táng Zhōngzōng 唐中宗. Su reinado duraría sólo mes y medio**. La emperatriz Wǔ, ahora emperatriz viuda, pero reteniendo el poder real como regente, depuso a Zhōngzōng, cuyas decisiones no se ajustaban a su voluntad, e instaló en el trono a su hijo más joven, Lǐ Dàn 李旦, que asumió el nuevo nombre de Ruìzōng 睿宗.
Emperador Ruìzōng 睿宗.
Ruìzōng fue una marioneta en manos de la emperatriz Wǔ, que ya no se molestaba ni en guardar las apariencias; dictaba al emperador las órdenes que éste tenía que impartir, y éste no estaba autorizado a reunirse con los oficiales de la corte.
En la provincia de Jiāngsū 江苏, el general Lǐ Jìngyè 李敬業 consiguió el apoyo del pueblo y se sublevó en armas, pero no supo aprovechar su oportunidad y fue derrotado y muerto por un general de la emperatriz Wǔ. Otro intento de rebelión tuvo lugar en 688, cuando la emperatriz convocó a numerosos príncipes de la familia imperial a una ceremonia para ofrecer sacrificios a los dioses. Éstos, temiendo una trampa para terminar con sus vidas, planearon rebelarse, pero no consiguieron tener sus fuerzas listas al mismo tiempo, y la emperatriz los apresó y les obligó a suicidarse.
Finalmente, en 690, Wǔ Zétiān se decidió a dar el paso que le faltaba para convertirse en la emperatriz reinante, y obligó a Ruìzōng a abdicar en su favor. Jamás en la historia de China una mujer había asumido (ni asumiría después) el título de huángdì 黃帝, “emperador”, y la tradición no permitía que una mujer ascendiera al trono. Pero Wǔ había allanado el camino eliminando a sus opositores, y encontró legitimidad y apoyo a su reinado en el clero budista.
Asumió el nombre de Wǔ Zhào 武曌, para el que inventó un nuevo carácter***, y proclamó la dinastía Zhōu 周, también llamada Wǔ Zhōu 武周 o Zhōu Meridional 南周, para diferenciarla de la antigua dinastía Zhōu 周 (1046-256 a.C.), a la que intentó evocar.
La ahora emperatriz reinante colocó nuevamente a Lǐ Dàn como heredero al trono, aunque durante una temporada pareció favorecer a su sobrino Wǔ Chéngsì 武承嗣, que la había apoyado en su ascenso al trono.
Por otro lado, inició una exitosa campaña militar para recuperar algunos territorios de la actual provincia de Xīnjiāng 新疆 que habían caído bajo el control del Imperio Tibetano. En 696 mandó un nuevo ejército contra el Imperio Tibetano, pero esta vez la campaña terminó en derrota.
Ese mismo año tuvo que enfrentar otras amenazas: la rebelión de dos jefes khitan (契丹 qìdān) y los ataques del Segundo Khaganato Túrquico (突厥汗国 tūjué hánguó). Los ejércitos mandados por Wǔ Zétiān no tuvieron éxito y la emperatriz tuvo que firmar la paz con el Khaganato, que finalmente derrotó a las tropas khitan.
En 698, varios funcionarios cercanos a la emperatriz convencieron a ésta de instalar de nuevo como heredero al trono a su segundo hijo, Lǐ Xiǎn, el antiguo emperador Zhōngzōng, que asumió el nombre de Wǔ Xiǎn 武顯.
En el año 705, con Wǔ Zétiān anciana y enferma, varios generales rodearon su residencia matando a dos de sus cancilleres más cercanos, y obligaron a la emperatriz a abdicar en favor de Lǐ Xiǎn. El 23 de febrero, Lǐ Xiǎn (Zhōngzōng) asumió de nuevo el trono restaurando la dinastía Táng. A Wǔ Zétiān le fueron otorgados títulos honoríficos pero permaneció bajo custodia, muriendo el 16 de diciembre de ese mismo año. Su hijo el emperador Zhōngzōng la enterró junto a Gāozōng cerca de Cháng’ān 長安.
El más importante pilar en el que Wǔ Zétiān basó su legitimidad como emperatriz reinante fue el clero budista. Gāozōng ya había convertido el budismo en la religión oficial del estado, en detrimento del taoísmo, decisión que posiblemente tomó bajo la influencia de la emperatriz Wǔ. Por otro lado, algunos textos budistas fueron manipulados por un monje llamado Xuē Huáiyì 薛懷義, con el que la emperatriz tenía una romance, para proporcionar legitimidad al reinado de ésta. Uno de estos textos, Comentario sobre el significado de la profecía sobre el Divino Emperador en el Sutra de la Gran Nube (大雲經神皇授記義疏 dà yún jīng shén huáng shòu jì yì shū), identificaba a la emperatriz como encarnación del buda Maitreya (彌勒菩薩 mí lè pú sà), nacida para gobernar sobre el mundo de los humanos. Este mismo texto fue distribuido en monasterios budistas de toda China previamente al ascenso al trono de Wǔ Zétiān.
Otro de los pilares de su reinado fue una policía secreta que informaba y eliminaba a todos sus opositores.
Wǔ Zétiān es sin duda una de las mujeres más odiadas de la historia de China, y su reinado ha sido tachado de cruel y sanguinario por muchos historiadores, que obviaban lo que hacían sus contrapartes masculinas. Su ascenso fue visto como una violación de las normas y la tradición confuciana, según las cuales una mujer no podía acceder al poder. No obstante, la mayoría de historiadores también reconocen su capacidad para gobernar, y especialmente para juzgar y emplear bien a los hombres de talento.
Durante su reinado, cuidó la educación, bienestar y estatus religioso de las mujeres, así como su acceso a cargos públicos, y su gobierno sentó las bases de la futura era dorada de la dinastía Táng.
Notas:
* Es necesario anotar aquí que el título de “emperatriz viuda” era dado a la madre del emperador reinante, por lo que no se trataba de un cargo de soberana.
** Zhōngzōng reinaría de nuevo entre 705 y 710.
*** La palabra zhào 曌 es única en chino y no tiene otro significado. Fue inventada por Wǔ Zétiān para tener un nombre único.
Fuentes:
- Buddhism, Diplomacy and Trade, The Realignment of Sino-Indian Relations, 600-1400, Tansen Sen, 2003, Association for Asian Studies, Inc.
- Female Rule in Chinese and English Literary Utopias, Qingyun Wu, 1995, Syracuse University Press.
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