Artes Marciales y Defensa Personal en la Dinastía Qīng

Introducción

Ya hemos hablado en otras ocasiones de cómo las artes marciales se ven influenciadas, en el momento de su creación o de su desarrollo, por el contexto socio-histórico en que se ubican. Es por ello que deben reflejar, al menos en parte, la realidad de la violencia en la sociedad y momento histórico en que fueron creadas.

El Kungfu Choy Li Fut 蔡李佛 es un estilo sureño de artes marciales surgido durante la dinastía Qīng 清 (1644-1912) y conocido por sus potentes y devastadoras técnicas, muchas de las cuales se dirigen a puntos vulnerables del cuerpo, como garganta, ojos, seno carotídeo, articulaciones, etc., y son, por tanto, potencialmente letales.

Buscando entender mejor nuestro estilo, quisimos indagar en los conceptos de defensa personal según se entendían en la legalidad de la dinastía Qīng, esperando encontrar justificación para el uso de estas técnicas letales en un contexto de defensa propia. Sin embargo, para nuestra sorpresa, examinando las disposiciones del código legal Qīng a este respecto, nos encontramos con que la ley castigaba muy duramente las agresiones y el homicidio, incluso en situaciones de defensa propia.

Este artículo nace como un intento de resolver esta aparente contradicción, y de dar respuesta a la pregunta de por qué un estilo como Choy Li Fut —así como otros surgidos en la misma época y región, como un Hung Ga Kyun 洪家拳, el Bak Mei 白眉 y, quizá en menor medida*, el Wing Chun 詠春—, sistematizó un repertorio tan amplio de técnicas peligrosas dentro de un marco legal que dejaba poco margen para la autodefensa.

 

La defensa personal en la ley Qīng

El concepto de defensa personal implica el derecho de una persona a acometer acciones para su protección propia o la de otra persona ante una situación de peligro, acciones que en otras circunstancias podían constituir un crimen en sí mismas.

El principal cuerpo legislativo en la dinastía Qīng era el Dà Qīng Lǜ Lì 大清律例, que derivaba de cuerpos legislativos más antiguos de dinastías precedentes. Este código estaba compuesto de 436 estatutos o artículos (lǜ 律), que constituyen normas permanentes, y más de mil sub-estatutos ( 例), que conforman excepciones y particularidades, y que estaban sujetos a revisiones periódicas. De esta forma, el sistema de sub-estatutos permitía ajustarse a las diferentes situaciones de una sociedad cambiante, y completaban y precisaban los artículos —que habían sido promulgados en circunstancias diferentes—, pudiendo llegar a modificarlos por completo. En situaciones en que ambos, estatuto y sub-estatuto, eran aplicables, el sub-estatuto era el que tenía mayor peso legal.

Da Qing Lu Li - Artes Marciales y Defensa Personal en la Dinastía Qīng

Es destacable que ninguna mención a la defensa propia se hace en los estatutos del código legal; es en los sub-estatutos donde podemos encontrar particularidades relativas a este concepto.

En caso de homicidio, el código legal Qīng era muy claro: el culpable debía pagar con su propia vida. Según se estipulaba en el artículo 290.1 (capítulo IX), cualquiera que, durante una refriega, golpease y matase a otro, ya fuese con la mano, el pie, un objeto u otro arma, sería condenado a la muerte por estrangulación. Este artículo no tiene en cuenta las razones del acto, sino sólo su consecuencia. Pero, en los sub-estatutos asociados al artículo, se contempla una reducción de la pena en caso de que el homicida actuase en defensa de una tercera persona (especialmente en caso de tratarse de un progenitor o ascendiente que estaba siendo atacado), siendo ésta conmutada por azotes con bambú pesado —un castigo que bien podía resultar en la muerte—, exilio o servicio penal, además de una compensación económica para el entierro de la víctima.

La pena por estrangulación se extendía incluso a los casos de homicidio involuntario, aunque también existían sub-estatutos que mitigaban la pena de acuerdo a las circunstancias. En caso de una reyerta que resultase en lesiones sin muerte, sí que se tenía en cuenta quién había comenzado la pelea, y quién tenía motivos para golpear —en su propia defensa—; en este caso se reducía la pena.

A pesar de que la defensa propia estaba considerada en los sub-estatutos, no existía el derecho a la autodefensa como tal, y su aplicación dependía de diversas circunstancias como la existencia de testigos o la honradez de los magistrados que llevaban el caso, y no existía garantía de poder salir indemne.

Aunque es posible que en algunas áreas rurales más o menos remotas la ley no se aplicase de manera estricta, y los clanes y familias locales tomasen la justicia por su mano, en general, el marco legal no da cuenta de la naturaleza de las técnicas del estilo Choy Li Fut, potencialmente letales y dirigidas a puntos vulnerables. Para entender esto, debemos indagar más allá del marco jurídico y la defensa personal en las sociedades urbanas y entender el contexto sociopolítico de la época, especialmente en las áreas rurales.

 

Tiempos de caos y desorden

El siglo XIX fue una época de inestabilidad creciente; el incremento de la población había reducido el ratio de tierra cultivable, dando lugar a un aumento del bandidaje y de la lucha por los recursos locales entre diferentes clanes, la corrupción era generalizada y la inseguridad dio lugar a rebeliones y conflictos que agravaron los problemas en las aldeas. En la supresión de estas rebeliones, los campesinos sufrían a menudo saqueos, tanto por parte de los grupos rebeldes como por parte de las tropas del gobierno, bajo la sospecha de que los primeros daban cobijo a los rebeldes.

A esto se sumaba la actividad de sociedades secretas que, a pesar de mantener una retórica de lucha contra la opresión, eran a menudo grupos que defendían sus propios intereses y practicaban la violencia predatoria, involucrándose en luchas entre clanes por los recursos de la tierra y el agua. Estos grupos operaban al margen de la ley y eran perseguidos por el gobierno.

Esta situación ponía en peligro frecuente tanto las propiedades y posesiones de los aldeanos —especialmente las cosechas, de las que dependía su subsistencia— como sus propias vidas. De esta forma, cuando los aldeanos se veían envueltos en situaciones violentas, es muy probable que su principal preocupación no fuese la legislación aplicable, sino la mera supervivencia. Es en este contexto cuando podemos empezar a entender la naturaleza de las técnicas del Choy Li Fut, así como de otros estilos de la época.

Artes Marciales y Defensa Personal en Qing - Artes Marciales y Defensa Personal en la Dinastía Qīng

Aldeanos con armas rudimentarias y escudos de ratán.

Por otra parte, es importante tener en consideración que la aplicación de las técnicas es sólo potencialmente letal. Es decir, que el resultado de su aplicación no es necesariamente acabar con la vida del oponente, sino que pueden utilizarse —a pesar del riesgo que conllevan— para neutralizar o incapacitar al oponente de forma rápida sin incurrir en heridas mortales: dislocación de articulaciones, pérdida de consciencia, rotura de huesos y, cuando hablamos de armas, mutilación. En este caso, como hemos visto más arriba, el magistrado a cargo del caso sí que podía considerar quién había atacado primero. A pesar de ello, las investigaciones para esclarecer los casos conllevaban a menudo el uso de la tortura para obtener confesiones, por lo que no eran deseables para nadie, a pesar de la posibilidad de ser declarado inocente.

Otro aspecto a tener en cuenta en los procesos judiciales era el estatus social relativo de los implicados. Debido al bajo salario de los funcionarios de gobierno, que ejercían de magistrados, éstos eran altamente susceptibles al soborno (ver "La Corrupción en la Dinastía Qīng"). En las investigaciones y procesos judiciales que se derivaban de trifulcas y altercados violentos, era muy probable que el magistrado se viera predispuesto a favorecer a quien más pudiera pagar. Por tanto, incluso actuando en defensa propia, era arriesgado para alguien de bajo estatus social el utilizar técnicas marciales peligrosas por otros motivos que el de defender su propia vida.

Finalmente, y debido a la situación de inseguridad descrita, la burguesía local de las aldeas levantaba y entrenaba milicias civiles para la defensa de las aldeas. Estas milicias operaban bajo el amparo del gobierno, y suplementaban el trabajo del ejército regular, que a menudo no podía abarcar la defensa del extenso territorio del país (aunque si el gobierno sospechaba de la lealtad de alguna milicia, la podía desmantelar). Es probable que, cuando estas milicias operaban en favor de la defensa de la aldea, la ley fuese indulgente al considerar las lesiones o muertes resultantes de sus acciones, o que la legalidad hubiese interpretado el uso de la fuerza en estas situaciones de manera diferente que en un contexto civil, a pesar de no formar parte los milicianos del ejército regular.

Por todo ello, es en el contexto colectivo de las milicias rurales, que actuaban en defensa de las aldeas ante saqueos y rebeliones, donde mejor se entiende el surgimiento y desarrollo de estilos como el Choy Li Fut, más que en el contexto de la defensa personal en el ámbito individual.

Milicias Yingyong - Artes Marciales y Defensa Personal en la Dinastía Qīng

 

Otros factores que influenciaron el desarrollo del Choy Li Fut

Además de la realidad de la violencia de la época y la legalidad concerniente a la defensa personal, existen otros factores que sin duda influenciaron la creación y el desarrollo de estilos sureños como el Choy Li Fut, en especial, las restricciones impuestas por el gobierno a la práctica de artes marciales.

Al contrario de lo que habitualmente se cree, la práctica de artes marciales entre civiles no estaba prohibida durante el gobierno Qīng, pero sí que fue cautelosamente observada para evitar levantamientos. El gobierno sospechaba principalmente de grupos religiosos o supersticiosos, pues éstos podían utilizar las artes marciales para transmitir ideas anti-gubernamentales, como en el caso de los Bóxers (Yìhétuán 義和團) —ésta era la razón por la que estaban prohibidas las sociedades secretas.

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Miembro de los los Bóxers (Yìhétuán 義和團).

No obstante, a pesar de estar permitida la práctica marcial, sí que existía una prohibición relativa a la posesión de armas entre la población civil. Esta prohibición tuvo gran influencia en el desarrollo de estilos de Kungfu en el sur de China, razón por la cual la mayor parte de ellos se desarrollaron en torno a un núcleo de combate a mano vacía (a diferencia de otras épocas en que la mano vacía apenas se entrenaba, por considerarse inútil).

Esta restricción también influenció en la popularidad del palo o bastón largo, pues éste no era considerado un arma, sino un accesorio de uso cotidiano, a menudo utilizado para caminar. Por ello, muchos estilos combinan en sus formas técnicas de palo y de lanza, pues utilizaban el primero para simular y entrenar las técnicas de lanza.

Asimismo, en el repertorio del Choy Li Fut se incluyen herramientas de campo, como azadas y rastrillos. Éstas podían utilizarse para entrenar, de forma camuflada, técnicas de otras armas no permitidas —como alabardas o "cortador de caballos" (zhǎnmǎdāo 斬馬刀 )— y, además, proporcionaban un conocimiento muy útil a los campesinos, pues les enseñaban a defenderse con los objetos que utilizaban a diario para trabajar.

La prohibición de armas también da cuenta del uso en combate de otros objetos cotidianos como la banqueta, el abanico o el palo de transporte y —en el caso de otros estilos— el martillo meteoro (liúxīngchuí 流星錘 ), así como de armas "furtivas", que podían esconderse fácilmente, como los cuchillos mariposa (húdiédāo 蝴蝶刀), que se ocultaban en las amplias mangas del vestuario de la época, las dagas dobles o la cadena de nueve secciones.

Hudiedao - Artes Marciales y Defensa Personal en la Dinastía Qīng

Algunos cuchillos mariposa (húdiédāo 蝴蝶刀) podían llevarse ocultos en las mangas.

Finalmente, podemos suponer que parte del entrenamiento se llevaba a cabo con armas de madera o sin filo y, por tanto, no sujetas a ninguna restricción.

En el caso de las milicias civiles, la prohibición de la tenencia de armas era algo más laxa que en el ámbito privado. Las milicias eran consideradas cuerpos auxiliares del estado, y se les permitía poseer ciertas armas, siempre y cuando éstas estuvieran debidamente registradas.

 

Conclusión

El derecho a la defensa personal, considerado en el ámbito particular, no da cuenta de la naturaleza de estilos como el Choy Li Fut, Bak Mei o Hung Kyun. Es en el ámbito colectivo de defensa de las áreas rurales donde se entiende esta naturaleza. Los aldeanos, a menudo fuera de la protección del ejército regular ante agresiones y saqueos por parte de bandidos, tropas rebeldes y sociedades secretas, formaban milicias civiles, al amparo del gobierno, para defender los pueblos y las cosechas.

Ante la restricción a la posesión de armas, las escuelas de artes marciales de la época favorecían el combate a mano vacía o con armas que pudieran confundirse con objetos cotidianos (palo, abanico, banqueta; aperos agrícolas como horquillas, azadas o machetes, etc.). Es posible que también algunos ejercicios de salud similares al Qìgōng 氣功 se utilizaran para camuflar la práctica marcial. Asimismo, es posible que el mou dak (wǔ dé 武德), o ética marcial, fuese clave en el contexto de enseñar a usar la violencia de forma controlada.

Las técnicas tan poderosas de los estilos sureños de la época se dirigen a menudo a puntos vulnerables del cuerpo, como la garganta, los ojos, la carótida y las articulaciones. En el caso de técnicas con armas de filo, muchas técnicas buscan seccionar tendones y ligamentos esenciales para el movimiento. Apuntar a estos puntos supone poder terminar un enfrentamiento de manera eficiente para acabar con la amenaza, y al mismo tiempo disponer de herramientas para asestar golpes definitivos en caso de enfrentar riesgo a la propia vida.

Finalmente, dado que maestros como Chan Heung 陳享 —fundador del Choy Li Fut— trabajaron entrenando a milicias civiles, es posible que la misma letalidad de sus estilos fuese un factor que, en vez de limitar, favoreciese su desarrollo y proliferación dentro del contexto de inseguridad social.

 

 

Nota:

*No queremos decir en modo alguno que las técnicas del Wing Chun no sean, igualmente, letales. Sin embargo, es destacable que, mientras los otros estilos mencionados incluyen un buen repertorio de armas tradicionales (sable, lanza, cuchillos, dagas, palo, banqueta, y un largo etcétera), el Wing Chun se caracteriza por ser un sistema de mano vacía, al que sólo en tiempos recientes se añadieron los métodos de palo largo y cuchillos mariposa.

 

Fuentes:

Between Law and Justice: Self-Defense Principle in Late Qing China Penal Cases, Anna Chiara Trapani, University of Naples the Orientale, Italy, The Asian Conference on Asian Studies 2022.

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