Introducción:

Las Espadas Garfio o Soeng Ngau 双鈎, también conocidas como Fu Tau Ngau 虎头鈎 (Ganchos de Cabeza de Tigre), son un arma exclusivamente china, sin parangón en ninguna otra parte del mundo. De forma muy peculiar, es un arma tan devastadora como difícil de dominar. Seguramente por esto último, nunca se utilizó en el ejército. Aunque algunos trazan su origen hasta el período de los Reinos Combatientes (Zhànguó shídài 戰國時代) en el s. III a.C., tal antigüedad es más bien poco probable. Sus ejemplos o representaciones más antiguas datan de la dinastía Qīng 清朝 (1636-1912).

Aunque tradicionalmente se la asocia con los estilos de artes marciales del norte de China, actualmente los estilos del sur también la utilizan.

Descripción:

Las Espadas Garfio poseen un diseño único que las convierte en un arma versátil y muy efectiva tanto en la defensa como en el ataque. Se dice que las espadas garfio constituyen “cuatro armas en una”, ya que cada espada se compone de elementos característicos de cuatro armas:
- Una larga hoja como la de la espada recta gim 劍 (jiàn, en mandarín), afilada en sus dos lados.
- Una punta en forma de daga en el extremo inferior (por debajo de la empuñadura).
- Guardamano en forma de cuchilla de luna creciente.
- Un gancho abierto al final de la hoja, similar al gancho de un bastón, pero afilado por dentro y por fuera.

¿Un arma de fantasía?

Las espadas-garfio son armas extraordinarias, de las que existen muy pocos ejemplares. Definitivamente no eran un arma militar, y tampoco fueron producidas en masa. Su diseño las habría hecho muy costosas de producir y, por tanto, de adquirir, y el riesgo de autolesión al empuñarlas no las habría convertido en la mejor opción para el combate real. Un practicante puede lograr cierta maestría en su manejo en la ejecución de formas, pero las espadas-garfio  no se usan a menudo en formas de combate de dos personas, ni tampoco en sparring.

Esto nos lleva a creer que las espadas-garfio  son, de alguna manera, un arma fantástica. Aun así, fueron utilizadas, probablemente, por algunos individuos extraordinarios como una opción personal para la autodefensa, pero definitivamente estos individuos fueron pocos, y las técnicas utilizadas deben haber sido muy simples y directas, para evitar autolesiones. Nada que ver con las llamativas técnicas utilizadas en las formas actuales y en las películas de Kung Fu. El entrenamiento de hoy en día con ellas se centra en perfeccionar el control del propio cuerpo, pero por mucho control que desarrollásemos, no elegiríamos esta arma si tuviéramos que defendernos, mientras tuviéramos otras opciones.

Hay que decir, sin embargo, que los garfios o ganchos se han utilizado como armas desde la antigüedad. Pero se trataba de otro tipo de garfios (similares a la daga-hacha o alabarda gē 戈), no de espadas-garfio como las conocemos hoy. Esos ganchos se usaban para derribar a un oponente de su montura, para desarmarlo y para cortar las bridas de los caballos enemigos.

Las espadas-garfio podrían haber tenido su origen en las novelas y la ópera chinas. Hay un personaje semi-legendario, Dòu Ěrdūn 竇爾敦, que las usa. Según la leyenda, era un artista marcial que se rebeló contra la dinastía Qīng, y a quien se le atribuye la invención de esta arma.

Sea como fuere, las espadas-garfio son realmente difíciles de transportar. No tenemos ningún conocimiento de vainas utilizadas, y no creemos que las hubiera. La razón de esto es, como hemos mencionado, que se trata de un arma fantástica, y los ejemplares reales son pocos. De hecho, de las armas de este tipo que se han encontrado, pocas estaban afiladas. Eso significa, y esto es sólo nuestra opinión, que era más un arma de entrenamiento que una opción real para el combate.

Aplicaciones de las espadas garfio en combate:

Es este peculiar diseño el que convierte a las Espadas Garfio en armas grandemente efectivas y poderosas. Sus múltiples filos les otorgan un gran potencial destructivo, y su estructura una versatilidad poco común, ya que pueden ser usadas tanto a corta y media distancia como a una distancia larga.

A distancia media la hoja principal, usada a modo de espada recta, nos posibilita las técnicas de corte y bloqueo; los garfios, las técnicas de enganchar y tirar, clavándose en la carne y seccionando músculos, tendones y ligamentos (o incluso órganos) o tirando del arma del enemigo para desarmarlo. El filo exterior de los garfios también permite que la espada sea clavada hacia delante a modo de estocada. El peso del gancho en la punta añade potencia y velocidad a los movimientos de la espada, y está perfectamente compensado por el peso del extremo inferior, en forma de daga. Esta daga posibilita técnicas a distancia corta, como cortar y clavar de arriba abajo, o hacia atrás. Las cuchillas en forma de luna creciente completan el arsenal de técnicas a corta distancia, permitiendo clavar hacia delante y, de nuevo, atrapar las armas del enemigo para desarmarlo, además de su obvia función de protección.

Pero, además de todo esto, y precisamente debido al garfio en el extremo del arma, las espadas Fu Tau pueden engancharse una con otra para atacar a distancia larga con un movimiento circular que barre todo alrededor (utilizando las dos espadas, enlazadas entre sí, con una sola mano), y que utiliza la daga inferior de la segunda espada como elemento de corte.

En conclusión, las Espadas Garfio son armas que requieren un entrenamiento avanzado y un largo tiempo de práctica para dominarlas. Su aprendizaje conlleva el saber utilizar técnicas de espada recta, bastón, dagas y cuchillas de media luna; éste es sin duda el camino de la maestría. Saber manejar un arma no es sólo conocer una forma o secuencia de movimientos con ella. Si un estudiante no entrena las técnicas de manera aislada, no conoce las aplicaciones de cada movimiento y no es capaz de encadenarlas de forma fluida, la realización de una forma no es más que una mera coreografía, en nada diferente a un baile. El verdadero artista marcial, aquel que posee el Gong Fu, es aquel que ha dedicado tiempo y empeño en la mejora y perfeccionamiento de cada técnica y ha entrenado sus aplicaciones.

La leyenda de Dòu Ěrdūn

Según la leyenda, Dòu Ěrdūn 竇爾敦 fue un artista marcial nacido en el municipio de Xiàn 獻 en la provincia de Héběi 河北. Su nombre real era Dòu Kāishān 竇開山, siendo Ěrdūn un apodo. De niño, aprendió artes marciales de un rebelde local durante tres años.

Siendo muy joven, destacó por su conducta virtuosa y su sentido de la justicia. Esto lo llevó a enfrentarse a un magistrado local corrupto al que acabó matando, y tuvo que escapar de la región, comenzando una vida de vagabundo. En sus viajes conoció a un monje llamado Jìng Cí 靜慈, que le enseñó habilidades sobrenaturales. Dòu Ěrdūn creó para sí mismo un arma mágica: las espadas-garfio.

Más tarde, Ěrdūn comenzó a reclutar a combatientes para luchar contra la dinastía Qīng. Entre sus hazañas, se encuentran el robo de una gran suma de dinero del tesoro imperial, así como de uno de los caballos del emperador.

La corte envió tropas a apresarlo en repetidas ocasiones, pero no conseguían derrotarlo. Finalmente, conociendo su conducta filial, apresaron a su madre, forzando así a Dòu Ěrdūn a entregarse. La madre, avergonzada por haber causado la captura de su hijo, se suicidó golpeándose la cabeza contra la pared de su celda. Ěrdūn consiguió escapar, pero finalmente fue acorralado, atrapado de nuevo y finalmente ejecutado.

Dòu Ěrdūn, al que se le conoce también como “Luóhàn de Hierro” (鐵羅漢 tiě luóhàn), es uno de los principales personajes de la ópera china (戲曲 xìqǔ), junto al famoso general Guān Gōng 關公. Mientras que a este último se lo representa con la cara roja, Ěrdūn  es representado con la cara azul, y sobre sus ojos están dibujadas sus armas, las espadas-garfio.

Máscara de ópera china que representa a Dòu Ěrdūn 竇爾敦. Nótense las espadas garfio pintadas sobre los ojos.

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