Introducción

​En el tiempo que llevamos enseñando, nos ha sorprendido el número de personas que a menudo acude a nuestra escuela aquejados de dolor de rodilla, habiendo practicado Taichi.

El Taichi (Tàijíquán 太極拳), además de un arte marcial muy útil en la autodefensa, es también una disciplina preciosa para el cultivo de la salud y el equilibrio mental. Pero, como podrá entenderse, para disfrutar de sus beneficios es necesario aprenderlo y practicarlo de manera correcta, ya que el Taichi mal hecho no sólo no nos aportará dichos beneficios, sino que además podrá acarrearnos lesiones diversas.

Esto es algo obvio y sin embargo a menudo se pasa por alto. El Taichi no es magia, no es una panacea que cura por el mero hecho de asistir a una clase o por algún tipo de principio esotérico. Más bien ayuda, mediante una práctica concienzuda, constante y prolongada, a la corrección de malos hábitos, tanto posturales como mentales, y al mantenimiento de la salud a través de un ejercicio suave y muy controlado.

Repetimos, a riesgo de reiterarnos: mediante una práctica concienzuda, constante y prolongada. Esto es algo que lamentablemente mucha gente no parece estar dispuesta a aceptar; el aprendizaje requiere esfuerzo.

​Es una pena que una disciplina tan valiosa termine ocasionando problemas, como dolor en las rodillas, que son en verdad fácilmente evitables, y a menudo ocasionados por el desconocimiento de los mismos instructores que lo enseñan. Y es que el Taichi, en su difusión, se ha convertido a menudo en una actividad comercial más, se ha vaciado de toda su profundidad y de su misma esencia, y se ha distorsionado hasta tal punto que es realmente difícil encontrar instructores debidamente cualificados.

El Taichi y el dolor de rodilla

Como hemos dicho, el dolor de rodilla es fácilmente evitable en la práctica de Taichi. Solo es es necesario seguir un par de recomendaciones, pero el maestro o instructor ha de ser exigente y estar pendiente de los errores que puedan cometer sus alumnos, para corregirlos debidamente. Incluso instructores con conocimiento de este arte a menudo pasan por alto estos errores en sus alumnos.

Los puntos más importantes a destacar es los siguientes:

1. La rodilla de la pierna que soporta más peso debe apuntar en la misma dirección que la punta del pie correspondiente. En el caso de que ambas piernas soporten un peso similar esta norma habrá de aplicarse a ambas rodillas.

Este punto es el más importante y, en definitiva, los demás pueden reducirse a éste. Su importancia es aún mayor en xūbù 虛步 (posición vacía) ya que, en este caso, prácticamente todo el peso del cuerpo recae en una sola pierna.

Xūbù correcto. La rodilla "empuja" hacia la punta del pie.

Xūbù incorrecto. Nótese que la rodilla "entra" respecto de la punta del pie.

Cuando la rodilla no se coloca en la posición correcta, se estiran los ligamentos internos de la rodilla y el ligamento cruzado anterior. Puede causar laxitud ligamentosa y otros problemas asociados a ésta, como aplastamiento de menisco medial, artrosis de rodilla por desgaste desigual, etc.

Anatomía de la rodilla.

​Para evitarlo, se debe “empujar” la rodilla hacia fuera hasta que ésta queda encima de la punta del pie. Aunque es sencillo de entender, es difícil para un principiante darse cuenta de que está cometiendo este error; es por ello que el instructor o maestro debe estar muy atento para corregirlo.

Lo mismo se aplica en posición de sìliùbù 四六步.

Sìliùbù correcto.

Sìliùbù incorrecto.

​2. Otro punto a considerar es el siguiente: en posición de arco (gōngbù 弓步) la rodilla no debe sobrepasar la punta del pie.

En la actualidad, los efectos negativos de esta posición están discutidos. Hace unos años se creía que, si la rodilla superaba la punta del pie, había demasiada presión sobre ella, pudiendo afectar al tendón rotuliano. Hoy en día, se dice que esta presión se compensa con la acción de los músculos isquiotibiales y la cadera. En todo caso, se trata de un error técnico y debe evitarse.

Gōngbù correcto. La rodilla queda a la altura de la puntera.

Gōngbù incorrecto. Independientemente de que se consideren nulos los efectos de sobrepasar la puntera con la rodilla sobre la salud de esta última, se trata de un error técnico, ya que la posición es más difícil de "recuperar".

Gōngbù correcto, vista frontal. La rodilla queda encima de la punta del pie.

Gōngbù incorrecto. En este caso, la posición tiene un efecto negativo sobre los ligamentos de la rodilla, por las razones especificadas en el punto 1.

3. En dúlìbù 獨立步 (posición sobre una pierna) es también importante prestar atención a la estabilidad de la rodilla aplicando el mismo principio mencionado en el punto 1 y, en este caso, es importante una progresión adecuada en el entrenamiento para evitar una lesión por la inestabilidad de la rodilla, cuando el practicante no posee musculatura suficientemente desarrollada.

4. Finalmente, otro error relacionado con el dolor de rodilla es no mantener el principio de tercera línea (chuānzì 川字) cuando se debe. Cuando no se mantiene el principio de tercera línea, se pierde estabilidad en la rodilla y ésta “baila”, provocando que apunte en dirección diferente a la punta del pie, y ocasionando problemas similares a los mencionados en el primer punto.

​Resulta increíble que instructores de Taichi que están en la actualidad enseñando, con frecuencia en centros cívicos o escuelas poco serias, ni siquiera aplican ellos mismos dicho principio, y sus posiciones son inestables y potencialmente lesivas, aparte de absolutamente ineficaces marcialmente. El principio de tercera línea es básico, y debe aprenderse desde el primer día en que uno se inicia en esta disciplina.

Con estas afirmaciones no pretendemos ofender a nadie, sino simplemente advertir de la importancia de encontrar una escuela seria y un instructor cualificado cuando uno desea iniciarse en el Taichi. En nuestra escuela nos enorgullecemos de que, en el tiempo que llevamos enseñando, ninguna persona que se ha iniciado con nosotros padece esta dolencia.

​Por otra parte, es importante resaltar que estos errores no producen automáticamente una lesión de rodilla, sino que la lesión se produce cuando el error se convierte en hábito. Es decir, la ejecución aislada de una mala postura no conlleva, generalmente, una lesión, pero su repetición continuada probablemente sí lo hará.

Finalmente, cabe destacar también que, si alguien posee una condición de lesión en la rodilla, previa a iniciarse en el Taichi, debería plantearse si es en realidad ésta una actividad adecuada a su condición.

Algunos médicos recomiendan el Taichi sin haberlo practicado jamás ni tener la más mínima idea de en qué consiste. Y hay que tener en cuenta que el Taichi, a pesar de proporcionar ciertos beneficios más inmediatos (relajación, calma, ejercicio suave…), necesita de un tiempo de aprendizaje bastante prolongado (a menudo, varios años) para sentar unas bases mínimas y poder empezar a obtener todos sus beneficios. Por tanto, si tiene interés en esta disciplina, no espere a ser mayor o a tener una lesión para iniciarse, porque entonces puede ser ya demasiado tarde.

Salud y buena práctica.