Se dice que, en tiempos de la dinastía Sòng del Norte 北宋 (960-1127), vivió un famoso luchador llamado Wáng Láng 王郎, que algunas fuentes relacionan con el monasterio de Shàolín 少林寺. Wáng Láng salía siempre derrotado de los combates contra los otros monjes del templo. Un día, cuando iba a visitar a su familia en su ciudad natal, se detuvo a observar la lucha entre una mantis religiosa y una cigarra, en la que la mantis resultó victoriosa. La forma de moverse de la mantis inspiró a Wáng Láng y, a base de estudiar sus movimientos con detenimiento, desarrolló un nuevo estilo, tras lo cual consiguió derrotar al resto de sus compañeros del templo*.
La mantis es un insecto predador de movimientos ágiles, rápidos y agresivos. Tiene seis patas, de las cuales las dos delanteras son largas y serradas, actuando a modo de brazos adaptados especialmente para agarrar y destrozar a sus presas; las cuatro patas restantes cumplen la función exclusiva de sostener y desplazar al animal. Se dice que, al principio, Wáng Láng se vio frustrado por no ser capaz de imitar la rapidez de movimientos de la mantis, que se desplazaba sobre cuatro patas en vez de sobre dos. Sin embargo fue capaz de solventar este problema combinando los movimientos de manos de la mantis con el juego de pies del Hóu Quán 猴拳, el estilo del mono, dando lugar al llamado Táng Láng Quán 螳螂拳, o Boxeo de la Mantis Religiosa**, también llamado Boxeo de Mantis de Shāndōng 山东, por haberse originado allí.
Este estilo resultó muy efectivo en combate y se transmitió hasta ser uno de los más practicados en China. Tras varios siglos de evolución a través de diferentes linajes, el Táng Láng Quán se divide hoy en diferentes ramas; algunas de las más importantes son: Qīxīng 七星 o Siete Estrellas, Méihuā 梅花 o Flor de Ciruelo, Bābù 八步 Ocho Pasos, Liùhé 六合 Seis Armonías, y Bìmén 闭门 Puerta Secreta.
El maestro Liú Shì Qīng 刘世清 utilizando las manos de mantis del Táng Láng Quán 螳螂拳
Salvando las diferencias entre las diferentes ramas, el Táng Láng Quán se caracteriza por sus movimientos rápidos y agresivos que atacan diferentes puntos débiles del cuerpo, especialmente los ojos. Aparte de las posiciones clásicas comunes a todos los estilos de Kung Fu, destaca la llamada posición de Siete Estrellas, o Qī Xīng Bù 七星步, en la que el peso del cuerpo recae en la pierna de detrás, semiflexionada, y la pierna de delante se estira apoyando el talón y levantando la punta del pie hacia dentro. Esta posición es utilizada para enganchar la pierna adelantada del oponente para derribarlo con la técnica combinada de cintura y brazos. Esta posición existe también en otros estilos pero en el Táng Láng Quán es muy utilizada.
Aunque la técnica más característica sin duda alguna es el Táng Láng Gōu 螳螂勾, o golpe de mantis. Esta técnica utiliza una posición de manos en que los dedos anular y meñique están recogidos, y los dedos índice, corazón y pulgar se extienden formando una especia de pinza (ver foto más arriba). Esta técnica es usada principalmente para agarrar, pero también puede atacar los puntos vitales del organismo clavando la punta de los dedos, o bien golpear con la muñeca.
En Fóshān 佛山 tuvimos ocasión de conocer a Francisco Xavier, un practicante de Táng Láng Quán de las ramas Qīxīng 七星 y Tài Jí Méi Huā 太极梅花 en Chángchūn 長春, que nos llevó a visitar la escuela Fóshān Shì Táng Láng Quán Guǎn 佛山市螳螂拳馆, del maestro Liú Shì Qīng 刘世清, donde se enseña el Táng Láng Quán de la rama Qīxīng. El maestro Liú nos abrió las puertas de su escuela y nos trató con una amabilidad sin precedentes y compartió con nosotros algunas de las técnicas de su estilo sin ningún recelo. Allí pasamos una gran tarde conversando y entrenando con él, compartiendo conocimientos y presenciando algunas demostraciones de formas que tanto el maestro Liú como sus alumnos realizaron para nosotros.
Queremos expresar nuestro agradecimiento a Francisco Xavier, por proporcionarnos información para el artículo y por presentarnos al maestro Liú, así como a éste último por facilitarnos las fotografías y, cómo no, por su amabilidad y confianza.
Un comentario en «Tang Lang Quan, el Estilo de la Mantis del Norte»
Muy bueno Gracias