La meditación comprende todas aquellas prácticas de entrenamiento de la atención y la consciencia, a través de diferentes métodos y, muy a menudo, de regulación de la respiración, cuyo objetivo es el desarrollo de un estado mental de calma y estabilidad emocional.
Aunque la contemplación es un estado que puede producirse de manera natural en el ser humano, la meditación implica algún tipo de técnica diseñada con un objetivo específico.
Antecedentes:
Muchas tradiciones filosófico-religiosas poseen prácticas contemplativas que podemos calificar como meditación. Seguramente, las tradiciones chamánicas también han hecho uso a veces de técnicas similares, si bien otras su práctica consistía en la alteración de la conciencia, bien por medio de drogas naturales o por otros medios, como el sometimiento del cerebro a la ausencia de estímulos sensoriales.
Ya que la meditación no es un producto material de la cultura, y por tanto no deja evidencias físicas rastreables por ciencias como la arqueología, dependemos, para discernir su origen, de textos escritos u otras representaciones intencionales humanas.
De entre estas evidencias, las más antiguas de que disponemos provienen de la India, si bien es posible que diferentes técnicas meditativas surgieran en muchos lugares de manera independiente.
En la India, la meditación ha sido practicada desde tiempos inmemoriales, y todas las religiones autóctonas incluyen unas formas u otras de meditación. Allí se han encontrado pinturas murales que datan de entre los años 5000 y 3500 a.C. que representan personas sentadas en meditación.
En lo referente a registros escritos, las menciones más antiguas a la meditación proceden de los Vedas (1500-1200 a.C.), los textos que forman la base de la religión védica y del hinduismo.
Posteriormente, el budismo, aparecido en el s. VI a.C., incorporó la práctica de la meditación como un pilar esencial de la enseñanza de Buda.
Orígenes de la meditación en China
No se sabe exactamente la fecha en la que el budismo llegó a China. Aunque algunas leyendas atribuyen a su llegada una fecha muy temprana, la mayoría de historiadores se decantan por el s. I de nuestra era como la fecha más probable.
No obstante, en los tiempos en que el budismo comenzó su propagación en China, algunas corrientes autóctonas ya habían desarrollado sus propias prácticas de meditación, como prueban los textos escritos. A veces se denomina a estas corrientes como proto-taoístas ya que, por un lado, preceden a la formación del taoísmo como religión y, por otro, influenciaron su posterior desarrollo.
Las primeras referencias chinas a la meditación datan del s. V a.C., época muy poco posterior a la aparición del budismo en la India. No sabemos si las técnicas meditativas de la India anteriores a la aparición del budismo pudieron llegar a China e influenciar las prácticas taoístas, pero parece poco probable, y está comúnmente aceptado que las ideas hinduistas sólo alcanzaron China a través del budismo. La razón de esto es que, para hacer posibles los viajes a larga distancia, se necesitaban regímenes estables que velasen por la seguridad de las rutas a lo largo del camino, cosa que no sería factible hasta la dinastía Hàn 漢. Por ello, y a falta de evidencias que demuestren lo contrario, podemos considerar las mencionadas prácticas proto-taoístas como autóctonas.
Xíngqì 行氣
Un artefacto de jade que data de la era de los Estados Combatientes (戰國時代 Zhànguó Shídài, 475-221 a.C.), con una inscripción rimada titulada xíngqì 行氣, podría ser la primera referencia escrita existente a la meditación o a prácticas de la regulación de la respiración en China.
Calco negativo de la inscripción.
Xíngqì hace referencia a la “circulación de qì”, que puede ser entendido en su acepción de “aliento vital”.
行氣
xíng qì
Circular el aliento vital
深則蓄
shēn zé xù
Al hacerse más profundo [el qì], se acumula;
蓄則伸
xù zé shēn
cuando se acumula, se expande;
伸則下
shēn zé xià
cuando se expande, desciende;
下則定
xià zé dìng
al descender, se estabiliza;
定則固
dìng zé gù
al estabilizarse, se regula;
固則萌
gù zé méng
cuando es regular, brota;
萌則長
méng zé cháng
al brotar, crece;
長則退
cháng zé tuì
cuando crece, se retira;
則天
zé tiān
al retirarse, se convierte en natural;
天機舂在上
tiān jī chōng zài shàng
los secretos del Cielo se revelan al ascender;
地機舂在下
dì jī chōng zài xià
los secretos de la Tierra se revelan al descender;
順則生
shùn zé shēng
al ceder, vive;
逆則死
nì zé sǐ
si se opone, muere.
No está claro que esta inscripción se refiera a una práctica estática. Podría tratarse también de una práctica de qì gōng 氣功 en movimiento. Debido a que el chino carece de tiempos verbales, el texto puede ser entendido, bien como una instrucción de lo que debe hacerse ("hacer más profunda -la respiración-, y entonces expandirla"), o bien como descripción de lo que sucede naturalmente en el cuerpo cuando uno se sienta en meditación ("cuando se hace más profunda, se expande", o "al hacerse más profunda, se expande").
Las primeras referencias claras a la meditación en China las encontramos en el Guǎn Zǐ 管子, un gran compendio de textos político-filosóficos, que lleva el nombre de un filósofo del s. VII a.C. (Guǎn Zhòng 管仲). No obstante, la autoría de estos textos no corresponde a éste, sino a un conjunto de escritores anónimos posteriores.
La datación del Guǎn Zǐ es un asunto para el cual los historiadores no consiguen ponerse de acuerdo, aunque la opinión más aceptada es que la mayoría de estos textos se escribiesen en los siglos V y IV a.C., y se compilasen bajo el mismo título alrededor del año 300 a.C., pudiendo haberse agregado material posteriormente hasta el año 26 a.C.
En el Guǎn Zǐ encontramos varios capítulos dedicados a la descripción de prácticas meditativas. De entre éstos, el más importante es el Nèiyè 內業 (“Entrenamiento Interno”), que es también probablemente el más antiguo, y del cual el resto deriva. El Nèiyè puede entenderse como un manual de meditación, en el cual se incluyen las referencias más tempranas al control de la respiración y se discuten sus bases fisiológicas.
En el Nèiyè aparecen las primeras referencias al cultivo de jīng-qì-shén 精氣神 (esencia - energía vital - espíritu), que se convertirían en conceptos fundamentales de la alquimia interna taoísta (內丹術 nèi dān shù) y de la Medicina Tradicional China.
Además de en el Guǎn Zǐ, en el Dào Dé Jīng 道德經 también se encuentran fragmentos que pueden interpretarse como referencias a la meditación o a prácticas contemplativas, si bien estas referencias son inferencias algo oscuras, que se derivan del énfasis en conceptos como el “vacío” (虛 xū) o la “quietud” (靜 jìng).
En el Zhuāngzǐ 莊子, otro de los textos taoístas más importantes, aparecen referencias a una práctica llamada xīnzhāi 心齋 (“ayunar la mente”) o zuòwàng 坐忘 (“sentarse en olvido”), en diálogos ficticios entre Confucio (孔子 Kǒng Zǐ) y su discípulo Yán Huí 顏回.
Zuòwàng
En el Zhuāngzǐ, es Yán Huí, discípulo de Confucio, quien instruye a éste en la práctica de zuòwàng:
顏回說:“我坐忘了。”
Yán Huí dijo: “Me senté y olvidé”.
孔子驚奇地說:“什麼叫坐忘?”
Confucio preguntó: “¿Qué es sentarse y olvidar?”
顏回說:“不著意於 自己的肢體,放棄自己的視聽,超脫形體,摒除心智,與萬物融通一體,這 就是‘坐忘’。”
Yán Huí dijo: “Abandonar mi cuerpo, deshacerse de los sentidos, dejar mi forma material, abandonar la mente, y fundirme con el Todo, eso es ‘sentarse y olvidar’.”
El concepto de zuòwàng también se encuentra en el Huáinánzǐ 淮南子 y se desarrollaría ampliamente en el futuro en textos como el Zuòwànglùn 坐忘論 de la dinastía Táng唐. En esta época, esta práctica taoísta refleja ya una clara influencia del budismo de la escuela Tiāntāi 天台.
A finales del s. I a.C. y principios de nuestra era, aparece el concepto de shǒu yī 守一, “guardar el Uno”, un tipo de meditación que comprende la visualización, que se asocia con la alquimia interna y magia taoístas y sus prácticas para lograr la longevidad.
Desde la introducción del budismo en China, las prácticas taoístas comienzan a introducir conceptos de la práctica budista y a fusionarse con ésta.
En el s. VI, Bodhidharma (達摩 Dámó) introdujo el Chán 禪 en China, una rama del budismo que hace de la meditación su más importante pilar. La meditación Chán es conocida como zuòchán 坐禪 (“sentarse en contemplación”). Pero incluso dentro del budismo Chán, varias escuelas han enseñado diferentes formas de meditación, como son el sistema Kànhuà 看話 y la “Iluminación silenciosa” de la escuela Cáodòng 曹洞.
Desde esta época y ante la competitividad entre taoísmo y budismo por el patronazgo imperial, ambas religiones adoptan prácticas una de otra, en un proceso de sincretismo sin parangón que ha influenciado de manera notable la vida y el pensamiento chino.