Introducción:
El concepto de dāntián 丹田 ("campo del elixir") es clave para la comprensión del qìgōng 氣功, así como de la meditación y la alquimia interna (內丹術 nèidān shù) taoístas. Debido al carácter esotérico de estas prácticas en la antigüedad, y a la actual falta de información clara (e información confusa y errónea), este término continúa cargado de misterio incluso en nuestros días.
La Medicina Tradicional China (中醫 Zhōng yī), el qìgōng y las artes marciales hacen referencia a este concepto, aunque el significado que le otorgan no es exactamente el mismo.
Para comprender qué es el dāntián tenemos que remontarnos a sus orígenes en la alquimia taoísta, y comprender asimismo ésta.
La primera alquimia taoísta: alquimia “externa”
Una de las principales preocupaciones del taoísmo filosófico (道家 dào jiā) ha sido la prolongación de la vida, a través de ciertas prácticas para lograr la inmortalidad o la longevidad.
En la antigüedad, los ermitaños y sabios taoístas se dedicaron a la búsqueda de una fórmula para producir un elixir que otorgara la inmortalidad, a través de la combinación y purificación de ciertos metales, minerales y otras sustancias naturales. Esta práctica es conocida hoy en día como alquimia externa o wàidān 外丹 (literalmente, “elixir externo”). El origen de esta práctica data de hace aproximadamente dos mil años.
Para refinar las sustancias alquímicas, se utilizaba un caldero (鼎 dǐng) calentado sobre un hornillo o fuego (爐 lú). Entre las sustancias utilizadas se encontraban oro, plata, cinabrio, rejalgar, mercurio, plomo y arsénico, muchas de ellas altamente tóxicas.
Caldero (鼎 dǐng) de bronce de la dinastía Hàn 漢.
El resultado del proceso alquímico era un elixir de forma similar a una píldora, que era ingerido por el alquimista. Como se puede suponer, la toxicidad de las sustancias conllevó el envenenamiento y muerte de muchos practicantes de alquimia externa.
No obstante, la experimentación de estos primeros alquimistas trajo consigo descubrimientos importantes, tales como la pólvora y la brújula.
Con el tiempo, los practicantes de este tipo de alquimia tomaron consciencia de los riesgos que implicaba. La búsqueda de este elixir de la inmortalidad producía el efecto inverso al deseado, por lo que la alquimia externa se abandonó en favor de un nuevo tipo de práctica, que recibió el nombre de alquimia interna.
Ilustraciones que muestran el proceso alquímico.
La alquimia interna
El fracaso de la alquimia externo llevó a los alquimistas a la comprensión de que el verdadero proceso alquímico debía tener lugar dentro del propio cuerpo, que concibieron como un horno y a cuyos componentes energéticos asociaron la terminología alquímica.
Esta nueva forma de entender la alquimia recibió el nombre de alquimia interna o “elixir interno” (內丹 nèidān), y comprende una serie de prácticas meditativas y de control de la atención y la respiración para producir cambios energéticos en el organismo.
El proceso de transformación es análogo al de la alquimia externa: las sustancias se van refinando, partiendo del jīng 精 (esencia) para producir qì 氣, que a su vez se transforma en shén 神.
Ciertas áreas del cuerpo se conciben como una serie de hornos y calderos (爐鼎 lú dǐng) donde la energía se transforma. Los diferentes componentes que según la concepción china constituyen el organismo se asocian a las sustancias alquímicas, como el qì al plomo, o la mente al mercurio.
Diagrama que muestra la circulación de la energía interna por la Órbita Microcósmica (ver más abajo).
Nótese el dibujo del caldero en la parte inferior.
Es en este contexto donde aparece el concepto de dāntián 丹田 o “campo del elixir”, entendido como una zona del cuerpo en donde se almacena la energía que resulta del proceso alquímico.
Una de las primeras referencias escritas existentes que hacen mención del término dāntián es el Lǎozǐ zhōng jīng 老子中經, un texto del s. III de nuestra era en el que se describen métodos de meditación y visualización.
El dantian y el proceso alquímico
La práctica de la alquimia interna consiste el refinar el jīng, concretamente la parte yáng 陽, y transformarla en qì activando el “fuego” del perineo, que actúa como un horno. Este fuego, avivado por la respiración diafragmática, comienza a transformar el jīng en qì, y éste es almacenado en el dāntián.
No obstante, al inicio de la práctica, el dāntián no está aún “formado”. El dāntián puede formarse de manera espontánea durante la práctica de qìgōng y de las artes marciales, o puede formarse de manera intencional con ciertos ejercicios de nèi gōng 內功, en los cuales la respiración se “ancla en los riñones”.
Una vez el dāntián está debidamente formado y comienza a almacenar energía, esta energía comienza a circular en la cavidad ventral formando lo que se llama la “Órbita Microcósmica Menor”.
Cuando la energía de los riñones es suficientemente fuerte, se activa otro “fuego” en el punto mìngmén 命門 (DM4), que hace ascender el qì por el canal dū mài 督脉 (Vaso Gobernador), activando la Órbita Microcósmica (小周天 xiǎo zhōu tiān).
La activación de esta órbita abre los canales energéticos poniendo en marcha la circulación de qì por todo el organismo, y supone la base del yǎng shēng dào 養生道 (“Camino de Vida Saludable”).
Que el dāntián sea llamado “campo del elixir” no es en vano, pues, al igual que un cultivo, requiere de un trabajo de cuidado y mantenimiento constantes.
En el qìgōng se habla de tres dāntián: el dāntián bajo, situado en el bajo vientre; el dāntián medio, a la altura del pecho, y el dāntián alto, en la cabeza. Esta visión está ampliamente aceptada. Sin embargo, todas las escuelas otorgan mayor importancia al dāntián bajo, que es el mismo al que nos referimos cuando hablamos de “el dāntián”, en singular.
Circulación de la Órbita Microcósmica. En el dibujo se señalan con círculos los tres dāntián.
El dantian en las artes marciales
Las artes marciales no incorporaron el concepto del dāntián hasta épocas más tardías, hace aproximadamente unos 300 años. Los denominados “estilos internos” fueron los primeros en incorporar este concepto tanto en su teoría como en su praxis.
Uno de los primeros textos clásicos de las artes marciales que hace referencia al dāntián es el jiǔ yào lùn 九要論 (“Nueve Teorías Importantes”), que expone las bases teóricas del Xìng Yì Quán 形意拳, y del cual el Tài Jí Quán 太極拳 tiene también su propia versión.
No obstante, para estas artes el dāntián es más una zona física concreta que un concepto abstracto: en general, la zona comprendida entre la cadera y la cintura; y su importancia reside en la generación de potencia. Se dice que esta zona “gobierna” el movimiento, en el sentido de que transfiere la energía entre la parte inferior del cuerpo y la superior.
Conclusión
El concepto de dāntián proviene esencialmente de la alquimia interna taoísta, y es en esta disciplina donde adquiere su pleno significado, desarrollando así su verdadero potencial.
En otro artículo hablaremos en mayor detalle de la órbita microcósmica, que requiere para su funcionamiento de la formación y el desarrollo del dāntián, y en la que éste último está plenamente implicado.