El Más Allá en la Cultura China (II): Los Diez Reyes del Inframundo

Introducción:

Este post es continuación de El Más Allá en la Cultura China (I): El Mundo de los Muertos.

En el artículo anterior introdujimos conceptos como espíritu o fantasma (guǐ 鬼), “mundo de la oscuridad” (yīnjiān 陰間), Dìyù 地獄, etc., y vimos las características más relevantes de la concepción china del mundo de los muertos. Recomendamos su lectura para entender mejor el presente artículo.

A continuación vamos a tratar de explicar cómo es el viaje que el alma del difunto realiza tras la muerte y su paso por los Diez Tribunales del Inframundo (十殿閻羅 shí diàn Yánluó), y explicaremos cómo se formó esta idea progresivamente a lo largo de la historia de China.

 

El viaje después de la muerte:

Según las creencias populares del pueblo chino, tras el fallecimiento, la deidad tutelar de la localidad (土地神 Tǔdìshén) reclama el espíritu del difunto y lo lleva al inframundo, atravesando la llamada Puerta de los Espíritus (鬼門關 guǐ mén guān).

Aquí, los guardianes de la puerta exigen al alma del difunto que muestre un pase, sin el cual no le es permitido el acceso al inframundo. Este pase es un trozo de papel amarillo que se quema como parte de los ritos mortuorios del difunto, para que acompañe al alma en el más allá. Es por ello que las almas que han tenido una muerte violenta y cuyos descendientes no han podido cumplir con los ritos, no pueden acceder al inframundo y permanecen atadas al mundo de los vivos1.

Entre estos guardianes se encuentran la pareja de deidades conocida como Hēibái Wúcháng 黑白無常 (“Impermanencia Negra y Blanca”), que según algunas narrativas realizan la función de trasladar el alma al inframundo. A veces, estas deidades son tenidas como una sola, llamada Wúcháng guǐ 無常鬼, Fantasma o Espíritu de la Impermanencia.

Heibai Wuchang Impermanencia - El Más Allá en la Cultura China (II): Los Diez Reyes del Inframundo

Hēibái Wúcháng 黑白無常 (“Impermanencia Negra y Blanca”).

Tras pasar la Puerta de los Espíritus, se debe transitar por el llamado Camino de las Fuentes Amarillas (黄泉路 Huángquán lù)2, tras lo cual el difunto llega ante el dios de la ciudad (城隍神 Chénghuángshén), un espíritu local encargado de proteger la localidad y su correspondiente ubicación en el mundo de los muertos.

Esta deidad guarda el registro de las acciones buenas o malas realizadas en vida por el difunto, y presenta el alma de éste ante el primero de los Diez Tribunales del Rey Yánluó (十殿閻羅 shí diàn Yánluó).

Viaje al Inframundo - El Más Allá en la Cultura China (II): Los Diez Reyes del Inframundo

Estos tribunales, también conocidos como los Diez Reyes (十王 shí wáng) del Inframundo, se encargarán de juzgar las acciones del difunto y de aplicar los castigos correspondientes. Prácticamente todas las almas han de rendir cuentas ante estos tribunales. Sólo en casos excepcionales de virtud se permite al difunto pasar directamente a la Tierra Pura del Oeste (Xīfāng Jí Lètǔ 西方極樂土 o Jìngtǔ 淨土) del Buda Amitabha (Āmítuófó 阿彌陀佛), o al Cielo (Tiān 天) gobernado por el Emperador de Jade (Yù Dì 玉帝).

Tierra Pura del Oeste - El Más Allá en la Cultura China (II): Los Diez Reyes del Inframundo

Buda Amitabha (Āmítuófó 阿彌陀佛) y la Tierra Pura del Oeste (Xīfāng Jí Lètǔ 西方極樂土).

El alma que es juzgada pasará siete días en cada uno de los siete primeros tribunales, rindiendo un total de cuarenta y nueve días. Cabe destacar al rey Yánluó3 閻羅王, el quinto de los tribunales, y al rey Tàishān 泰山王, el séptimo, sobre los que volveremos más adelante.

Rey Taishan - El Más Allá en la Cultura China (II): Los Diez Reyes del Inframundo

Rey Tàishān 泰山王.

Entre los guardianes que asisten al rey Yánluó están los conocidos Niútóu 牛頭, “Cabeza de Buey”, y Mǎmiàn 馬面, “Cara de Caballo”, que se encargan de escoltar a las almas de camino a su juicio.

Niutou Mamian - El Más Allá en la Cultura China (II): Los Diez Reyes del Inframundo

Guardianes inframundo - El Más Allá en la Cultura China (II): Los Diez Reyes del Inframundo

Mǎmiàn 馬面 y Niútóu 牛頭.

El difunto será juzgado en el octavo tribunal al cumplirse los cien días de la muerte; en el noveno tribunal, al cumplirse un año; y finalmente en el décimo tribunal a los tres años del fallecimiento. Coincidiendo con estas fechas, los descendientes vivos del difunto deben cumplir con ciertos ritos conmemorativos y realizar ofrendas con el propósito de aliviar el sufrimiento del fallecido.

Tras el último juicio en el décimo tribunal, el alma del difunto es liberada y reencarnada en uno de los seis reinos de la existencia (liùdào 六道), según su karma. En el mundo de los vivos, los ritos funerarios y el duelo tienen por objeto aliviar el tránsito del difunto a través de los diez tribunales.

Por encima incluso de los diez reyes se encuentra la figura del bodhisattva Dìzàng 地藏 que, además de instruir a los seres de los seis reinos de la existencia, hizo el voto de no alcanzar la budeidad hasta que todos los infiernos se vaciasen de almas.

Dizang - El Más Allá en la Cultura China (II): Los Diez Reyes del Inframundo

El bodhisattva Dìzàng 地藏.

Este proceso es el que se describe en las escritura budistas y taoístas, como la Escritura de los Diez Reyes (十王經 Shí Wáng Jīng)  y el Registro de Jade (玉歷寶鈔 Yùlì Bǎochāo), pero, en la imaginación popular, las almas permanecen en el mundo de los muertos después del último juicio durante aún bastante tiempo antes de reencarnarse, llevando una existencia cotidiana como la que tenían en la tierra. Este tiempo varía desde unos pocos años hasta tantos como aquellos que el difunto ha vivido en la tierra.

Durante este periodo de permanencia en el mundo yīn (yīnjiān 陰間), es posible la comunicación entre ancestro y descendientes, y el primero debe cubrir una serie de necesidades, como ropa, dinero, etc., que son satisfechas mediante ofrendas que los descendientes realizan quemando objetos de papel.

Antes de ser reencarnadas, las almas aún deben cruzar el llamado Río del Olvido (忘川 Wàng chuān), donde les espera la última prueba. Pero esta parte la veremos en un próximo post. Ahora vamos a examinar cómo se desarrolló la idea de los Diez Reyes.

 

Origen de los Diez Reyes

Los Diez Tribunales del Inframundo se originan alrededor del siglo IX como cristalización de una serie de ideas que aparecen antes de manera gradual. Vamos a intentar esbozar la progresión que concluyó con esta visión del mundo de los muertos.

 

Época pre-budista

Antes de la dinastía Hàn 漢 (202 a.C.-220 d.C.), las descripciones del mundo de los muertos son difusas y simples, sin proporcionar una visión detallada del inframundo. Éste se asocia con el frío y la oscuridad, ambos atributos yīn, pero no existe mención alguna al castigo de las almas.

Desde la dinastía Hàn en adelante, las tumbas comienzan a construirse de manera que asemejan viviendas, lo que refleja un cambio en la percepción del mundo yīn, que comienza a ser entendido como similar al mundo de los vivos.

Los objetos funerarios, que antes eran objetos cotidianos reales y que incluían las posesiones del difunto, comienzan a sustituirse por representaciones en miniatura hechas de arcilla (明器 míngqì), fabricadas específicamente para este uso.

Mingqi Objetos funerarios - El Más Allá en la Cultura China (II): Los Diez Reyes del Inframundo

Mingqi - El Más Allá en la Cultura China (II): Los Diez Reyes del Inframundo

Objetos funerarios conocidos como míngqì 明器.

Posteriormente, con la invención del papel, estos objetos funerarios comienzan a fabricarse a modo de figuras con el nuevo material.

Durante Hàn, todavía no existía el concepto de retribución o castigo post mortem. La imitación del mundo de los vivos por parte del mundo inferior se extendió al sistema administrativo: la misma burocracia que existía en ese momento en el imperio Hàn se implementó en el mundo yīn. Los mismos trámites administrativos eran requeridos en el reino de los muertos, desde comprar una vivienda hasta acceder a un puesto de trabajo o pagar impuestos. Las ofrendas que realizaban los vivos a sus ancestros tenían por objeto, pues, aliviar estas necesidades mundanas de los difuntos.

En las tumbas, además de los objetos de uso diario del difunto o sus representaciones, se incluían inventarios de estos artículos, y otros documentos dirigidos a las autoridades del inframundo, con objeto de que éstas registraran adecuadamente el ingreso del muerto así como de todas sus posesiones.

En el siglo IV, el Sōushénjì 搜神記, una antología de relatos sobrenaturales o paranormales atribuida a Gān Bǎo 干寶, registra los primeros recuentos de viajes por el más allá. Estas historias cuentan casos de gente muerta que regresa a la vida.

Estos casos normalmente eran debidos a errores burocráticos, de los que el mundo de los muertos, como fiel reproducción del de los vivos, tampoco estaba exento. Entre estos recuentos figuran casos de personas que eran convocadas al inframundo por error (por ejemplo, ante dos personas del mismo nombre, la deidad tutelar local reclama el alma de aquella que no debe morir todavía). Al percatarse del error, las autoridades del más allá debían mandar el alma del difunto de vuelta a su cuerpo, lo que podía dar lugar a otros problemas, si el cuerpo había sido ya enterrado.

En estos cuentos todavía no se perciben influencias budistas ni taoístas ni existe todavía castigo en el más allá.

Después de Hàn, el sistema administrativo terrenal había continuado evolucionando, y así lo hizo también la administración del inframundo. En el siglo VII, entre los documentos que acompañaban al difunto se empezó a incluir el llamado míngtú lùyǐn 冥途路引, “permiso de viaje al inframundo”, que facilitaba el acceso al otro mundo y que era emitido por autoridades budistas o taoístas. Este documento todavía se utiliza hoy en día en algunas regiones de China.

Mingtu Luyin - El Más Allá en la Cultura China (II): Los Diez Reyes del Inframundo

Permiso de viaje al inframundo (míngtú lùyǐn 冥途路引).

 

De los Tres Reyes a los Diez Reyes

Los Diez Reyes o Diez Tribunales del Inframundo se originaron a partir de influencias budistas que se combinaron con la implementación del sistema administrativo de la dinastía Táng 唐 (618-907) en la burocracia del mundo de los muertos.

En el Míngbàojì 冥報記 (Registro de Retribuciones en el Inframundo), un texto de principios del siglo VII en el que se adoctrina sobre la retribución kármica, el gobierno del inframundo recae en tres reyes: el rey Yánluó, el rey Tàishān y el Rey Zhuǎnlún 轉輪王 (Wǔdào Zhuǎnlún Wáng 五道轉輪王, “Rey que Gira la Rueda de los Cinco Caminos”). Mientras que los reyes Yánluó y Zhuǎnlún son procedentes del budismo indio, el rey Tàishān es de origen genuinamente chino.

Rey Yanluo - El Más Allá en la Cultura China (II): Los Diez Reyes del Inframundo

Rey Yánluó 閻羅.

Este sistema de tres reyes parece tener su origen en los siglos anteriores al establecimiento de la dinastía Táng, pero evolucionará para adaptarse a los cambios en la organización del estado durante esta dinastía. Durante Suí 隋 y Táng se estableció un sistema de gobierno de “tres departamentos y seis ministerios” (三省六部制 sān shěng liù bù zhì), y los Tres Reyes pasaron a realizar funciones asociadas a estos tres departamentos.

En Táng, una nueva figura fue introducida en la administración del inframundo: el bodhisattva Dìzàng. En el Dìzàng Púsà Jīng 地藏菩薩經 (Sutra del Bodhisattva Dìzàng), una escritura apócrifa de mediados de Táng, se explican cuatro razones por las que Dìzàng asume un puesto en el inframundo: primero, por temor de que los juicios del rey Yánluó no sean fiables; segundo, por temor a que los documentos escritos fueran confundidos; tercero, por preocupación por aquellos que morían antes de que llegara su hora; y cuarto, para ayudar a las almas que ya habían recibido sus castigos a abandonar el inframundo. Posteriormente, la autoridad de este personaje se incrementó hasta el punto de supervisar los juicios.

Con el tiempo, este sistema de Tres Reyes se expandió hasta diez, con Yánluó, Tàishān y Zhuǎnlún ocupando el quinto, séptimo y décimo lugar, respectivamente. Aunque el culto al Rey Yama (Yánluó) es de origen indio, este sistema de varios reyes es una creación china.

Zhuanlun Wang - El Más Allá en la Cultura China (II): Los Diez Reyes del Inframundo

Rey Zhuǎnlún 轉輪王.

El primer texto que menciona a los Diez Reyes por sus nombres es la Escritura de los Diez Reyes (十王經 Shí Wáng Jīng), que data probablemente del siglo IX. En este texto, el inframundo toma finalmente su forma completa. Este modelo supone una síntesis entre las ideas autóctonas chinas y aquellas procedentes de la India.

El número cuarenta y nueve, o siete veces siete, es un número de especial significado en el budismo indio y tibetano. Según el Libro Tibetano de los Muertos (Bardo Thodol), cuarenta y nueve días son los que tarda el alma en reencarnarse. Este número es el mismo que pasa el alma en los siete primeros tribunales de la cosmovisión china.

Sin embargo, como ya hemos mencionado, el último juicio no se produce hasta los tres años de la muerte. Esto satisface el requisito confuciano de guardar el duelo por el difunto durante tres años, aunque en la creencia popular el alma permanece mucho más tiempo en el mundo yīn.

Como vemos, las creencias budistas no han reemplazado a las creencias autóctonas previas sobre el mundo de los muertos, sino que suponen una adición. Este paradigma representa, pues, un compromiso entre las creencias del budismo, el confucianismo y el taoísmo.

La religión taoísta también formaría en el siglo XII su grupo de reyes basándose en la estructura de los diez tribunales.

 

Mùlián Rescata a su Madre

El mundo de los muertos y los seis reinos de la existencia budista aparecen finalmente descritos con terrible nitidez en un texto del siglo IX, Mùlián Rescata a su Madre (目連救母 Mùlián jiù mǔ).

Aunque esta historia, en su versión más desarrollada, procede de un manuscrito del siglo IX encontrado en Dūnhuáng 敦煌, en realidad va tomando forma progresivamente desde mucho antes.

Mulian Rescata a su Madre - El Más Allá en la Cultura China (II): Los Diez Reyes del Inframundo

Mùlián Rescata a su Madre (目連救母 Mùlián jiù mǔ).

La primera mención de Mùlián en un texto chino aparece a finales del siglo IV y, en el siglo VI, el sutra Yúlánpén  (盂蘭盆經 Yúlánpén Jīng) recoge su historia. El relato de Mùlián se va elaborando progresivamente hasta culminar en el manuscrito de Dūnhuáng.

El nombre de Mùlián 目連 es una abreviación de Móhē Mùjiànlián 摩訶目犍連, del sánscrito Mahā Moggallāna, que era uno de los principales discípulos de Buda y preceptor de su hijo Rahula. Según la tradición budista india, Moggallāna desarrolló poderes sobrenaturales, siendo la única persona a la que el Buda permitió utilizar tales poderes, debido a su gran rectitud y conducta virtuosa.

La madre de Mùlián, debido a sus muchos pecados, había renacido entre los fantasmas hambrientos4, uno de los seis reinos de la existencia budista, caracterizado por un sufrimiento incesante.

Mùlián, después de varios intentos de sacar a su madre de esa existencia, pide ayuda al Buda, quien le instruye para que haga ofrendas a los monjes y monasterios en el décimo quinto día del séptimo mes lunar, lo que redimiría a siete generaciones de sus antepasados. Se dice que esto dio lugar a la celebración del Festival de los Fantasmas (鬼節 guǐ jié) en la misma fecha.

Mulian - El Más Allá en la Cultura China (II): Los Diez Reyes del Inframundo

Mùlián 目連.

La historia de Mùlián Rescata a su Madre ofrece una de las primeras representaciones del inframundo y los seis reinos de la existencia, y serviría para difundir esta visión del más allá. Posteriormente se transformaría en una ópera que ha sido muy popular durante mil años.

 

El Viaje al Inframundo del Emperador Taizong

Después de la aparición de estos textos de origen budista con la descripción de los Diez Reyes y las torturas del inframundo, la visión del reino de los muertos deja de ser apacible y cotidiana. Estas descripciones han aparecido desde entonces en pinturas y relatos, donde los Diez Reyes eran representados, cada vez más, de manera similar a los magistrados del gobierno.

Cabe resaltar la historia del viaje al inframundo por parte del emperador Tàizōng 太宗de Táng, que aparece en fragmentos de Registros de la Corte y el Pueblo (朝野僉載 Cháoyě Qiānzài), atribuido a Zhāng Zhuó 張鷟 (660-740).

En este texto sólo se menciona la visita del emperador al inframundo, sin ofrecer una visión detallada, que se desarrollaría en textos posteriores. La novela clásica china Viaje al Oeste (Xīyóuiì 西遊記) ofrece una narrativa elaborada sobre este mito.

El viaje de Tàizōng al inframundo en Viaje al Oeste

En Viaje al Oeste encontramos un relato sobre el viaje al inframundo del emperador Tàizōng. Según éste, uno de los ministros del monarca había decapitado al Rey Dragón (龍王 Lóngwáng) del Río Jīng 涇河, a pesar de que el soberano había prometido perdonarle la vida.

El Rey Dragón había cometido ofensas capitales y había sido condenado a muerte por un juez del mundo humano, pero se presentó al emperador en un sueño rogando clemencia, y éste prometió ocuparse. La noche en que estaba programada la ejecución, el monarca invitó al juez a jugar al ajedrez chino con intención de retenerlo en el palacio. Pero el juez, a pesar de dormir en palacio, ejecutó al Rey Dragón en su sueño.

Rey Dragon - El Más Allá en la Cultura China (II): Los Diez Reyes del Inframundo

Rey Dragón (龍王 Lóngwáng).

El Rey Dragón, desde el mundo de los muertos, acusó al emperador de haber faltado a su palabra, habiendo él obtenido la muerte a causa de ello. Tàizōng empezó a sufrir de pesadillas donde veía fantasmas, enfermó y murió. Justo antes de su muerte, uno de sus ministros le entregó una carta para un difunto amigo suyo, Cuī Jué 崔瑴, que había servido al emperador anterior, el padre de Tàizōng. Éste llevó la carta consigo al inframundo.

De camino al inframundo, Cuī Jué salió a recibir al difunto emperador, que le entregó la carta. En ella, se solicitaba a Cuī, que ahora era magistrado en la Región de la Oscuridad, que intercediera por el emperador.

Tras cruzar la Puerta de los Espíritus (鬼門關 guǐ mén guān), el emperador se encuentra con sus dos hermanos difuntos, a los que él mismo había dado muerte. Éstos empiezan a golpearle clamando venganza hasta que un espíritu guardián los separa.

Cuando Tàizōng , guiado por Cuī Jué, llega ante los tribunales del inframundo, los Diez Reyes se inclinan ante él, como corresponde ante el Hijo del Cielo (天子 Tiānzǐ). Luego, todos se sientan siguiendo la etiqueta como anfitriones e invitado.

Los Diez Reyes pidieron disculpas al monarca, diciendo que sabían que el Rey Dragón era culpable pero se habían visto obligados por el protocolo a convocar al emperador. Acto seguido, mandaron al juez Cuī  a por los registros donde se especificaban los años de vida de cada persona. Cuī Jué, viendo que en el libro estaba escrito que el soberano debía morir ese mismo año, el décimo tercero de su reinado, modificó el número trece cambiándolo a treinta y tres, alargando así el tiempo de vida de Tàizōng por veinte años.

Al ver libro con la cifra modificada, los Diez Reyes ordenaron la vuelta de Tàizōng al mundo de los vivos. En agradecimiento, éste prometió enviarles “melones del sur” (南瓜 nánguā, es decir, calabazas), de los que carecían en el inframundo.

Regalos de Taizong - El Más Allá en la Cultura China (II): Los Diez Reyes del Inframundo

Como del mundo de los muertos no se podía salir sino a través del ciclo de transmigración, Tàizōng, acompañado por Cuī, tuvo que atravesar los infiernos antes de poder regresar. Lo que vio en los infiernos horrorizó a Tàizōng.

Posteriormente, cruzando el puente sobre el río Nàihé5 奈何, llegaron a una ciudad donde encontraron fantasmas desatendidos cuyos gritos suplicando salvación conmovieron a Tàizōng, que prometió hacer ofrendas a estos seres de regreso a la vida.

Después de un largo viaje, llegaron al cruce de los Seis Caminos de la Transmigración, donde los seis reinos de la existencia confluyen. Tàizōng regresó al mundo de los vivos y se aseguró de contar lo que había visto, de manera que sus súbditos cultivasen la virtud y siguiesen la ley de Buda.

Según la tradición oral, las ofrendas que realizó Tàizōng a su vuelta del inframundo habrían sido el origen de la costumbre de quemar objetos de papel como ofrenda a los muertos. Los registros históricos muestran que por esa misma época ya se realizaban ofrendas de dinero de papel (紙錢 zhǐ qián). Este “dinero espiritual” que se quemaba comenzó siendo una imitación de metales y seda hecha de papel, antes de que el papel moneda se inventara en el siglo IX.

Dinero y ofrendas difuntos - El Más Allá en la Cultura China (II): Los Diez Reyes del Inframundo

En el siglo XII, las esculturas de papel como ofrenda de todo tipo (casas, dinero, caballos) ya era habitual. Estas ofrendas pretendían asegurar al difunto una estancia lo más agradable posible en el inframundo, y permitir que disfrutara de las mismas comodidades de que gozaban los vivos.

El exotismo de la construcción budista del inframundo fue desapareciendo con el paso del tiempo, y el pueblo chino terminó familiarizándose con esa descripción. Los varios castigos infligidos por los acólitos de los diez reyes eran bien conocidos en los últimos tiempos de la era imperial, y los templos de la deidad tutelar de la localidad albergaban representaciones gráficas del inframundo, así como de los atroces castigos que se aplicaban.

 

 

Notas:

1. Volveremos sobre este punto en detalle en el siguiente artículo, que tratará de la muerte prematura o “muerte en vano” (枉死 wǎng sǐ).

2. Huángquán 黄泉 o “Fuentes Amarillas” es otro de los nombres del mundo de los muertos.

3. Yánluó es la abreviación de la transliteración de Yamarāja (Yánmó Luóshè 閻魔羅社), la deidad de la muerte de la tradición budista india.

4. Algunas narrativas nos dicen que la madre de Mùlián renació en los infiernos, en vez de entre los fantasmas hambrientos.

5. Volveremos sobre esta parte del inframundo en un próximo artículo.

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